El altar de muertos, también conocido como ofrenda del día de
muertos, es un elemento fundamental en el conjunto de tradiciones mexicanas del
Día de muertos, que consiste en instalar altares domésticos en honor de los
muertos de la familia donde se ofrece como ofrenda de alimentos, velas, flores
y objetos de uso cotidiano del difunto.
El altar de muertos es una construcción simbólica resultado
del sincretismo de las ideologías prehispánicas, la cosmovisión endémica de las
culturas mesoamericanas y las creencias religiosas europeas de carácter
abrahámico traídas por los conquistadores y misioneros españoles encomendados a
la colonización y conversión de los pueblos nativos del actual territorio mexicano.
Las creencias mesoamericanas sincréticas, para rendir tributo a los antepasados
familiares, a los difuntos cercanos o a personajes importantes.
Estos altares, producto del sincretismo religioso, guardan
todavía una enorme similitud en elementos simbolismo y estéticos con los
Tlamanalli (del náhuatl - Tlamana: ofrecer, -lli sufijo, "La
Ofrenda"), elaborados por los grupos que aún guardan la tradición de los
pueblos originarios.
Escalón 2. Se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene el permiso para salir de ese lugar en caso de encontrarse ahí
Escalón 3. Se coloca la sal que simboliza la purificación del
espíritu para los niños del purgatorio.
Escalón 4. El personaje principal es otro elemento central de
la festividad del Día de Muertos: el pan, que se ofrece como alimento a las
ánimas que por ahí transitan.
Escalón 5. Se coloca el alimento y las frutas preferidas del
difunto.
Escalón 6. Se ponen las fotografías de las personas ya
fallecidas y a las cuales se recuerda por medio del altar.
Escalón 7. Se coloca una cruz formada por semillas o frutas, como el tejocote y la lima.
Muy buen trabajo ;v sigue así amigo.
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